martes, 14 de octubre de 2014

Trabajo de campo (IV): la valla de Melilla y la Delegación de la Pastoral de Migraciones de Nador.

 "Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad". (A. Einstein)


Muchas veces me pregunto cómo es posible que haya descubierto tan tarde una actividad que me apasione tanto como es la investigación en el campo de las ciencias sociales. Es cierto que he trabajado en ámbitos que nada tienen que ver con ello y que a veces me siento un “bicho raro”, por no estar dentro de un despacho o preparando la toga para mi primer juicio. También hay que tener en cuenta que esta crisis a muchas personas nos ha alejado de algunos sectores del mercado laboral de forma muy abrupta, de modo que he encontrado en la formación de alto nivel, mi tabla de salvación. Pero he de reconocer que, aunque no soy socióloga ni antropóloga, me encuentro muy cómoda en la actividad de búsqueda de datos para su posterior y minucioso análisis. Quizás sea porque en el ámbito jurídico-administrativo en el que me movía, cuando se pretende elaborar un escrito y/o demanda de cierta calidad, sea necesario precisamente eso: leer, pensar, revisar, buscar y ordenar pruebas, hablar con tu cliente (en mi caso usuarios/as) y con otros/as colegas, para, en definitiva, encontrar un hilo conector de la historia que quieres contar, con el único objetivo de que aquello que defiendes y reivindicas, salga adelante.

Evidentemente, ahora me muevo en otro entormo y las finalidades perseguidas son distintas. Pero en ambos casos, encuentro que la labor investigadora se convierte en algo “detectivesco” y en el que la capacidad de adaptación al medio es fundamental para alcanzar tu fin. Aunque ya lo sabéis (lo repito en cada ocasión que puedo), no soy ninguna experta, pero creo que mi propia experiencia personal puede servir a aquellas personas que se están planteando la posibilidad de meterse en un mundo de por sí ingrato (y apasionante a partes iguales) en España.

En mi caso personal, la voluntad se ha convertido en un poderoso aliado. Así pues, ante vosotros/as tenéis a una aprendiz, eso sí, muy voluntariosa. A tenor de lo que hablaba, aprovecho para recomendaros la lectura de un artículo de 2012 que el antropólogo mexicano Jorge Durand volvió a colgar en su muro de Facebook[1] dirigido a sus numerosos/as seguidores/as, entre las que me incluyo: “El oficio de investigar"[2], y en el que hace una introducción a mi parecer muy buena, ya que no desmerece al investigador novel, sino que reconoce su papel en este proceso de aprendizaje:
“Los aprendices calcan y luego copian; con el tiempo, se integran a un proceso de producción estandarizado. Finalmente, si tienen capacidad, pueden crear su propia versión, salirse del molde, acuñar un estilo. Es un proceso”. (p.47)
El artículo, lejos de buscar el lucimiento del autor, es muy didáctico, y señala algo que es fundamental en los estudios migratorios:
"[…] es también indispensable la interdisciplinariedad. Se trata de un fenómeno dinámico que hay que medir, mesurar, con métodos cuantitativos, pero las explicaciones las aportan los propios involucrados en el proceso, los migrantes, para lo cual se requieren métodos cualitativos". (p.59)
Así hay que hacer y así hice yo. Pero a veces, no es tan fácil como parece, y encontrar la oportunidad para recoger testimonios de personas migrantes indocumentadas que puedan aportarte algo de luz para describir esta realidad social en tu trabajo, implica correr alguna que otra aventura. Afortunadamente, no todo es sentarse delante de un libro o un ordenador para leer lo que han escrito otros/as sobre la temática bajo la luz de un flexo. Vivir la experiencia en primera persona es lo que le dará un valor especial a tu estudio. 

Igualmente también hay que aprender a expresar esa vivencia de un modo adecuado, y si es con estilo, mucho mejor. A mí Jorge Durand me gusta porque es claro y conciso, que son precisamente dos cualidades que él destaca de Einstein:
“Una de las virtudes de los trabajos de Einstein se debe precisa­mente a su manera directa, clara y concisa de escribir y de plantear un argumento. Esto lo aprendió en la oficina de patentes, donde trabajó años revisando propuestas cuya principal virtud debía ser la claridad”. (p.71)
Bueno, ya sabemos que es muy difícil alcanzar la genialidad de este científico, aunque me conformaré cuando llegue el día en el que haya logrado forjar mi propio estilo, pese a que no llegue a realizar un gran descubrimiento. Mientras tanto, proseguiré con mi ejercicio habitual de relatar de forma clara y concisa, en la medida de lo posible,  en qué ha consistido mi trabajo de campo. Así que, sin más dilación, prosigo desde donde lo dejé: la valla de Melilla.

El perímetro fronterizo, de una dimensión de 10,5 km, consta de 3 vallas y bordea por tierra la Ciudad Autónoma.

Cuaderno de bitácora. 14 de agosto de 2014.

La valla de Melilla, en apariencia, resulta más accesible que la de Ceuta, pero su presencia es imponente. En Ceuta, la orografía del terreno contribuye a que la frontera sea prácticamente infranqueable, y el acceso a la misma está muy restringido, debido a que existen áreas controladas por la Guardia Civil[3]. Mientras que en Melilla no existe esa barrera natural, ya que cruza por toda una parte de la ciudad. Esta circunstancia permite acercarse a ella, pero la toma de imágenes en estas fechas se ha convertido en una labor muy complicada, ya que desde las torres de vigilancia se observan con prismáticos todos los movimientos que puedan ser sospechosos. De modo que sin autorización, y con una cámara en mano, no es muy recomendable hacerlo.


Dispositivos de seguridad de la valla fronteriza. Aunque las concertinas fueron retiradas en 2007 de lo alto del vallado por razones humanitarias, se conservaron las concertinas ubicadas más cerca de la superficie. En Melilla se han reintroducido a finales de 2013, mientras que en Ceuta siempre se mantuvieron. Fuente: El País. Mallas "antitrepa" en las fronteras de Ceuta y Melilla. J.jiménez Gálvez. 07.03.2014.
http://politica.elpais.com/politica/2014/03/05/actualidad/1394046257_447524.html [Consulta de 1 de octubre de 2014].

La historia de Melilla va ligada a la de Ceuta y ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos: la ciudad, situada al Norte de áfrica, entró a formar parte de la corona española en 1556, fue territorio del Protectorado (1913-1956)[4] y posteriormente testigo de la sublevación militar que dio lugar a la cruenta Guerra Civil Española (1936). En 1986 España entra en la Unión Europea y en 1991 se adhiere al Espacio Schengen[5]. Éso significó la conversión de esta frontera española en una frontera exterior europea. Soy consciente de que acabo de hacer un brevísimo repaso por la historia de la ciudad, pero también muy premeditado, puesto que ya hablaré largo y tendido sobre el tema en el marco teórico de mi tesis. Bien, prosigamos. Finalmente, la ciudad alcanzó el actual estatus de Ciudad Autónoma en 1995 (Jordán, 2004). Como es lógico, por su posicionamiento geográfico, Melilla tiene una gran importancia estratégica, pero no ha de ser considerado un enclave stricto sensu[6], sino más bien "una posición marítima de un Estado insertada en la costa del otro" (Remacha, 1994)[7].


La valla se ha convertido en un elemento extrañamente integrado en la ciudad.

Y como era de esperar, pronto se pasó de la existencia de una frontera "porosa" a la militarización y cierre definitivo del perímetro fronterizo de Melilla. Dicho proceso aunque comenzó realmente en 1992, es a partir de 1995 cuando se hizo más evidente. En 2005, durante el Gobierno Zapatero, alcanzó su punto álgido con la construcción de una tercera valla, con un sistema de alarma temprana que se uniría al doble vallado existente, como respuesta a un notable incremento de intentos de salto (Ferrer, 2008)[8] .

En 2005 existía un doble vallado: una valla exterior de 3,5 metros de altura y otra interior, de 6 metros, aunque no en todos sus segmentos. A éso se le añade la existencia de alambre cortante y una carretera para la circulación de la patrulla fronteriza, además de videocámaras, infrarrojos para el control del movimiento, etc. Coronando la primera valla (la que da al lado marroquí), como puede puede apreciarse en la imagen, se encuentran las temibles concertinas.

Nosotros nos desplazamos por varios tramos de la valla y a distintas horas del día. He de decir que la mayor parte de las imágenes fueron tomadas desde nuestro coche, por lo que no se pudieron hacer panorámicas. Hay que tener en cuenta que no éramos periodistas acreditados, ni conocemos la zona, de modo que, por precaución, decidimos actuar de esta manera. 

Detalle de la valla a través de la cual se puede apreciar la maraña de red alambre.

Ciertamente, y aunque algo me dice que no era el mejor momento, si se solicita formalmente a la Comandancia de la Guardia Civil una visita al perímetro fronterizo, normalmente y salvo en determinadas circunstancias, puede ser autorizada. Sin embargo, nosotros no pudimos tramitar ninguna solicitud por la enorme dificultad que supondría cuadrar en la agenda todas las actividades que teníamos previstas en tan poco tiempo. Una de las paradas de esta pequeña travesía la hicimos en el Paso del Barrio Chino, a través del cual se produce el tráfico de mercancías propio del comercio atípico por parte de las/los porteadoras/es.

Puesto fronterizo del Barrio Chino. Los otros son, como puede apreciarse en la siguiente imagen: Farhana, Mariguari y Beni Enzar.
 Fuente: El País. "Interior asume que la policía marroquí entre en España a llevarse inmigrantes". Ignacio Cembrero. 01.04.2014.
Como os conté en el anterior post, durante esos días se habían producido varios saltos masivos, y aunque no coincidimos en el mismo espacio-tiempo para ser observadores en primera persona de aquel tan magno acontecimiento, hicimos nuestra labor igualmente. Sin embargo, se dieron situaciones incómodas y extrañas. Sin ánimo de entrar en detalles, por un momento percibimos que desde un vehículo estaban demasiado pendientes de nuestra actividad, detalle del que me dio cuenta mi compañero, por lo que algo preocupados, tomamos la decisión de no proseguir y abandonamos el perímetro.

En este tramo del vallado, a su derecha (en la imagen) hay un zona militar de paso restringido. 

Por ello, decidimos dar la vuelta. Al fondo se pueden ver las tiendas (de color verde) de los agentes de fronteras marroquíes.


A la izquierda de la imagen, se encuentra una torre de vigilancia fronteriza de la Guardia Civil. Si observan un movimiento que pueda ser considerado sospechoso y no autorizado, pueden solicitarte el alto, y es habitual que revisen el material fotográfico.

La valla se inclina 10º hacia el lado marroquí para evitar ser escalado. En la fotografía, se aprecia la inclinación de la valla hacia el lado marroquí.

Cuando pasamos por este tramo, habían varios operarios haciendo tareas de mantenimiento del vallado. Quizás fueron por efecto de un intento de cruce. Estas medidas "disuasorias" que ponen en grave peligro la integridad física de los migrantes, van a ir acompañadas de una nueva valla que se está construyendo desde abril del presente año en Marruecos. Fuente: http://www.lasexta.com/noticias/sociedad/marruecos-prepara-nueva-valla-melilla-plagada-concertinas_2014051300224.html [Consulta de 14 de octubre de 2014].
Después de este recorrido, y tras conocer más la ciudad, volvimos al Hotel. Había que descansar, ya que al día siguiente debíamos cruzar a Nador para encontrarnos con el Hermano Esteban Velázquez SJ, Delegado de Migraciones del Arzobispado de Tánger.

Cuaderno de bitácora. 15 de agosto de 2014.

El cruce de Melilla a Nador se hace por el paso fronterizo de Beni Enzar. Por recomendación de Esteban, cruzamos a pie. Así, evitaríamos los problemas habituales de los desplazamientos en vehículo, aunque el sol quiso dar muestra de toda su fuerza y nos regaló un día muy caluroso.

Puesto fronterizo de Beni Enzar. El paso peatonal no estaba congestionado, a diferencia del paso con vehículos.

Cuando estaba guardando la fila, y mientras rellenaba el dichoso papelito blanco, una mujer melillense de origen marroquí me contó los pormenores habituales del cruce fronterizo. Ella iba ataviada con un hermoso velo, y cubierta hasta las muñecas y tobillos. Era una mujer de mediana edad y me llevaba observando un buen rato mientras me sonreía. Yo intuía que estaba deseando hablar conmigo. Mientras me refugiaba del sol y Sergio guardaba la fila, se me acercó y comenzó a conversar conmigo en un tono muy cordial. Siempre hay un nuevo y posible informante. Gracias a ella supe que cuando desembarcan los Ferrys durante los meses de verano, que puede ser a cualquier hora del día, es cuando más gente se acumula en la frontera. Mientras mantenía mi conversación con esta amable y dicharachera mujer de ojos negros, se me acercó también un joven hablando en valenciano. Yo levanté la vista atónita y le contesté: -¿Cómo sabes que soy valenciana?- Y él, algo incómodo, me comentó que había visto que mi acompañante llevaba una camiseta con logos escritos en valenciano. Era de Oliva y estaban visitando a unos familiares junto con otros amigos. Cuando decimos que “el mundo es un pañuelo”, nada puede ser más cierto.

El paso fronterizo de Beni Enzar fue testigo de sorprendentes encuentros.

Pero ahí no acabó nuestra serie de encuentros sorprendentes, ya que en esa misma fila y en el mismo momento, coincidimos con unos chicos que habíamos visto el día anterior en la puerta del CETI. Ellos estaban visitando a uno de los migrantes subsaharianos que habían logrado saltar la valla con éxito. Yo les estaba observando atentamente (recordad que hay que ser como una esponja y recoger todos los detalles que puedan servirte para tu labor investigadora) y vi que uno de ellos portaba una cámara. Intercambiamos las miradas. Y deduje, mientras hablaban, que ellos se habían conocido en el Monte Gurugú[9], donde seguramente estaban rodando un documental (o algo similar) en los campamentos de migrantes subsaharianos, donde esperan en condiciones infrahumanas para poder cruzar al otro lado. 

Por ello nos sorprendimos por esta coincidencia, de modo que no pude evitar abordarlos y hablar con ellos. Nos presentamos formalmente y nos contaron que se habían quedado atrapados en Melilla y que ya no tenían casi recursos económicos para la vuelta. Esa misma noche tuvieron que dormir en el suelo de la vivienda de alguien que no concretó. Intercambiamos los teléfonos, y por supuesto, volvimos a retomar el contacto a los días. Ellos nos contaron que sí que habían logrado contactar con Palazón. Afortunadamente llegaron sanos y salvos a Madrid, y remarco lo de “afortunadamente”, porque esa misma noche se produjo una gran redada en el monte y las autoridades marroquíes trasladaron a la mayor parte de los migrantes a Fez. Luego nos enteramos por el hermano Esteban que quedaban aproximadamente 100 personas, aunque se tratan de cifras que no pueden ser arrojadas con exactitud.

Después de este extraño encuentro, cogimos un taxi que nos llevó a la Iglesia de Santiago el Mayor de Nador, donde se ejecuta el proyecto de acción social de la Delegación de la Pastoral de Migraciones del Arzobispado de Tánger, cuya finalidad es la atención socio-sanitaria a población migrante subsahariana, que se encuentran en el monte Gurugú. Nador es una ciudad muy transitada, y algo caótica. Al llegar a la Iglesia, pudimos comprobar que se nos habían adelantado un par de periodistas, quienes estaban saliendo ya del recinto. De nuevo, cruce de miradas y la curiosidad de saber qué estábamos haciendo en esa parte del mundo. Posteriormente a esta escena que ya me era algo habitual, nos abrió la puerta luciendo una sonrisa de oreja a oreja el Coordinador del proyecto, Luis Manzano, y nos condujo al interior del recinto. Luis es amable, afable, cercano, sonriente y el “buen rollo” hecho persona.

Luis Manzano, Coordinador del proyecto.

Mientras nos hablaba, pasamos a una sala y nos sentamos en un viejo sofá, donde se encontraba a la espera de ser atendido un migrante subsahariano. Tras él, apareció un matrimonio sirio. En la pared colgaba un enorme mapa de África que no podíamos parar de mirar, hasta que entró en escena el hermano Esteban. Tras las presentaciones, decidimos hacer la entrevista en una pequeña oficina, pero en esta ocasión, a los dos a la vez. En la oficina desde cuya ventana podían verse unas instalaciones que están construyendo para dar cobijo a las personas que atienden a través del proyecto, el calor húmedo se estaba haciendo insoportable, pero lo llevábamos de muy buen grado, y hasta bromeábamos con ello. 

Esteban, perteneciente al Servicio Jesuita, es una persona especialmente carismática, que te obnubila cuando habla, de tal modo que no puedes dejar de escucharle. Es la voz de la bondad y de la experiencia. Tras la entrevista pudimos conocer al resto de personas que conforman este magnífico proyecto.

Luis con el resto del equipo. No pudimos hablar mucho con ellos, por falta de tiempo, pero estoy segura de que eran gente tan implicada como ellos.
Asimismo tuvimos la posibilidad de visitar el interior de la Iglesia, donde guardaban el material de ayuda humanitaria.


Material de ayuda humanitaria y de primera necesidad: alimentos, agua, mantas, ropa, etc.

Tras ello, salimos a tomar un tentempié en la cafetería que había justo en frente de la Iglesia, donde mantuvimos una charla distendida, momento en el que nos hablaron de un proyecto de capacitación, formación e inserción para los jóvenes de Nador en riesgo de exclusión social, que hubo de ser financiado mediante la fórmula del crowdfunding[10]

El hermano Esteban Velázquez SJ.

Aunque hubiéramos conversado con ellos horas, habitualmente tienen una agenda muy apretada y debían seguir con su actividad diaria, de modo que había llegado la hora de la despedida. Dejábamos Nador, su frontera y retornábamos a Ceuta con la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos para cumplir con nuestros objetivos. Para siempre quedará en mis recuerdos aquellos días que compartí esta gran experiencia de vida con mi gran compañero Sergio...




[1] Facebook de Jorge Durand. https://www.facebook.com/Dr.JorgeDurand?fref=ts[Consulta de 6 de octubre de 2014].
[2] Durand, J. (2012), "El oficio de investigar", en Marina Ariza y Laura Velasco (coordinadoras), Métodos cualitativos y su aplicación empírica. Por los caminos de la investigación sobre migración internacional, Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM y El Colegio de la Frontera Norte, México, D.F. http://www.migrantologos.mx/images/stories/migrantologos/docs/El_oficio_de_investigar_JORGE_DURAND_MC-2.pdf [Consulta de 6 de octubre de 2014].
[3] En concreto, por los Grupos de Reserva de la Guardia Civil (GRS). http://goo.gl/tF3ORf [Consulta de 10 de octubre de 2014].
[4] La organización territorial del Protectorado español en Marruecos. (Villanova, J.L.). Revista de Estudios Internacionales del Mediterráneo. Núm 09 (enero-diciembre 2010). https://sites.google.com/site/teimrevista/numeros/numero-9/la-organizacion-territorial-del-protectorado-espanol-en-marruecos [Consulta de 1 de agosto de 2014].
[5] Acuerdo de Schengen. Schengenland es la denominación dada al territorio que comprende a aquellos Estados de la Unión Europea que han acordado la creación de un espacio común cuyos objetivos fundamentales son la supresión de fronteras entre estos países, la seguridad, la inmigración y la libre circulación de personas. Fuente: Ministerio del Interior.  http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/extranjeria/acuerdo-de-schengen. [Consulta de 7 de agosto de 2014]. Las fronteras exteriores sólo podrán cruzarse por los pasos fronterizos y durante las horas de apertura establecidas. http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/extranjeria/acuerdo-de-schengen/cruce-de-fronteras[Consulta de 7 de agosto de 2014].
[6]Una denominación muy extendida como denominación genérica, aunque improcedente, es la de “enclaves”; su uso no es correcto jurídicamente, ya que un enclave debe estar completamente rodeado por el territorio de otro Estado, sin otra comunicación exterior que a través de ese Estado: la apertura al mar de las ciudades, islas y peñones, contiguos al territorio español, las excluye de este calificativo, que es aún menos apropiado legalmente si se completa como “enclave colonial”.  Fuente: Del Valle, A. "Ceuta, Melilla, Chafarinas, Vélez y Alhucemas: tomar la iniciativa (ARI)".  (2011). Seguridad y Defensa. ARI 163/2011 - 20/12/2011. Real Instituto Elcano. http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/defensa+y+seguridad/ari163-2011 [Consulta de 1 de agosto de 2014].
[7] Remacha, J.R. "Las fronteras de la Unión Europea (El papel de las fronteras en el ordenamiento jurídico comunitario)".  Anuario de derecho europeoISSN 1579-1750, Nº. 1, 2001 , págs. 107-116. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=625571
[8] Ferrer, X. "Acrobacias fronterizas en Ceuta y Melilla. Explorando la gestión de los perímetros terrestresde la Unión Europea en el continente africano". Documents d'anàlisi geogràficaISSN 0212-1573, Nº 51, 2008 , págs. 129-149. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2726075
[9] El Gurugú está situado a sólo 10 kilómetros de Melilla y forma parte de la Sierra de Nador. Los clandestinos que se refugian en el monte Gurugú con la esperanza de poder pasar a Melilla, sufren el continuo acoso de las fuerzas de seguridad de Marruecos. A las detenciones hay que sumar los traslados al desierto o a otros lugares al sur de Marruecos. Fuente: http://melillafronterasur.blogspot.com.es/2014/08/redada.html [Consulta de 2 de septiembre de 2014]. Para ampliar más información: http://www.lasexta.com/programas/sexta-columna/monte-gurugu-escondite-quienes-esperan-cruzar-espana_2014022100357.html [Consulta de 20 de septiembre de 2014].
[10] Proyecto Baraka. https://goteo.org/project/proyecto-baraka [consulta de 30 de agosto de 2014].

2 comentarios:

Unknown dijo...

como te lo curras
espero tengas la suerte de poder utilizar todo este material en otros foros
enhorabuena

Unknown dijo...

Muchísimas gracias. Espero que sí.Insha'Allah. :)